Una lectura que nos lleva a la época en la que Galicia casi se convierte en la Sicilia atlántica.
Polvos para maquillar la realidad y pinchazos de "falsa felicidad" hicieron desaparecer generaciones de chicos y chicas de los años 80 y 90. Mientras los narcos se enriquecían enterrando a los hijos de los demás, las familias sufrían el dolor imborrable de una dependencia maldita.
Polvos para maquillar la realidad y pinchazos de "falsa felicidad" hicieron desaparecer generaciones de chicos y chicas de los años 80 y 90. Mientras los narcos se enriquecían enterrando a los hijos de los demás, las familias sufrían el dolor imborrable de una dependencia maldita.
Este libro me lleva a mi
época del insti/universidad en la que cayó en mis manos el libro "La
agenda de los amigos muertos", otra lectura recomendable para darnos
cuenta de que hay cosas con las que no se juega.
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